Trabajamos en un sector donde es habitual hacer las cosas de manera informal, «entre amigos», y esto es maravilloso. Lograr relacionarte de forma amistosa con los clientes y pasar un buen rato con ellos, viviendo grandes experiencias, es una de las mejores formas de trabajar.
Pero eso no quita que debamos tener cuidado, sobre todo con algo tan delicado como la protección de datos.
Hay tres cosas básicas que no todo el mundo sabe:
- No puedes divulgar datos de tus clientes, ni en internet, ni a otros profesionales, ni siquiera a tus amigos.
- Está prohibido enviar publicidad a tus clientes sin un consentimiento previo suyo.
- No puedes publicar fotos de en las que salgan clientes tuyos sin un consentimiento firmado.
Y es este tercer punto del que queremos hablar hoy: las fotografías y vídeos.
Consentimiento de uso de imágenes o vídeos en redes sociales:
Una parte importante de la fiabilidad o atractivo de nuestros servicios como profesionales del turismo activo (a parte de la recomendación) radica en que nuestros clientes vean lo que ofrecemos.
Ganaremos muchos más clientes al ofrecer una ruta guiada, un paseo a caballo o un salto en paracaídas, si mostramos qué es lo que van a ver o cómo va a a ser la experiencia. Y seremos más fiables si ven a gente disfrutando de la experiencia.
El artículo 197 del código penal establece: » (…) use mecanismos técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses.”
Por lo tanto no está permitido fotografiar o grabar a nuestros clientes sin su consentimiento, y mucho menos publicar ese material en nuestra página web o redes sociales.
A continuación te ofrecemos un modelo de contrato para dar el consentimiento de uso de imágenes o vídeos en redes sociales:
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